Juno Lucina, Diosa del nacimiento:
Mundo de sonidos, el vientre materno
(inspirado por Alfred Tomatis)
No sufro, sólo estoy asombrada.
¡Esperemos que todo crezca sin deficiencias,
no fuera que después me faltase una parte¡
¿Qué están diciendo sobre “oídos”, “pies”
y “ojos” ¿Cuántas cabezas, frentes
y manos deberé tener?
Estoy agradecida por el calor de esta estancia...
La compararé después con “bañeras”
en casas con calefacción
y masajes para cuerpos y almas,
amor satisfecho e inmensidad...
contrastes de pasión y tranquilidad.
Me admira que no me haga daño
el estar tan incompleta
y además este añadir constantemente...
de siempre nuevas piezas
en el repertorio de mi yo,
que aún no es comparable con nada.
Mi pie no está aquí del todo.
Muchas partes de mí no están todavía.
Voy jugando con nadas, con algos...
Hago garabatos en el comienzo imprevisible de la vida...
Lo que me rodea todavía es poco claro.
Mis ojos no han llegado al punto
en que pueda experimentarlo claramente,
dónde me encuentro.
Pero los ruidos sí que los oigo,
de tuberías, fluir y líquido
en el vientre sinfónico de un ser humano.
De lejos oigo su voz, un maravilloso
paseo verbal a través de sonidos.
Su voz me transporta como su cuerpo,
como un gran bolso acolchado y protector.
¡Esperemos que yo no me pierda, extraviada
en el ajetreo estresante de tantas bolsas de carteros,
con tantas cartas que son envíadas¡
Por esta sinfonía prenatal
de su habla ahora...
tendré que amarla,
a pesar de nuestras diferencias de opinión,
que crecerán cada vez más con el tiempo.
Me maravilla el que yo me quede tan pasiva
y siempre deje que acaben de completarme.
Es asombroso que no me produzca espanto
el no poder pronunciar ni una sílaba
y entender a medias lo que proyectan hacer conmigo.
Es un milagro el que no me cause dolor...
esta prisión, este momento inexpresable
en que mis miembros no están del todo formados
y tanto podría aaniquilarme...
salir mal, con mi cabeza... mis ojos,
con mi propia voz...
Pues yo no tendré la misma voz deliciosa
de esta mujer grande, que habla
como desde un micrófono de azúcar
en medio del océano de mi ignorancia.
Tendremos los dos voces muy distintas,
especialmente si no nazco como niña,
sino como...
y sobre todo, cuando ya sea adulto.
Entonces nuestras voces
se diferenciarán enormemente.
No tengo ninguna aversión contra lo incomprensible.
Escucho el golpear de su corazón
muy alto, cerca, dentro de mí.
No tengo miedo de la gran separación.
Para ser sincera: todavía no sé que vamos a separarnos,
como el punto en la hortografía neutral e inconsciente,
que no sabe que va separando
unos pensamientos de los otros.
Es bueno que no me ponga nerviosa,
porque dependo tanto de la mujer grande,
porque soy tan débil y vulnerable.
Sólo con la condición de que su corazón
continúe latiendo,
podrá el mío latir también al unísono.
Pero espera un momento...
Pronto empezaré yo a vivir.
还没有评论,快来发表第一个评论!