show time Spanish 401

15 de junio
Querido diario,
Hace un par de semanas que he vuelto a mi estimada isla, Mallorca, tierra de sol, playa,
deliciosa comida mediterránea, viñedos, pieles y zapatos. No negaré que he echado de menos a mi familia, pero ya he vuelto de Edimburgo,
donde he pasado un año increíble. El Erasmus ha sido un éxito por muchas razones. En la
universidad he aprendido muchas cosas, no solo de mi carrera, Historia del Arte, sino también de mis profesores escoceses y mis compañeros de clase. Aparte de estudiar, me surgió la posibilidad de dar clases como asistente de español en el centro Lorca, y ¡fue genial! Estoy tan contenta de haber disfrutado y de haber aprendido tantas cosas de mi propio país y de mis alumnos. La verdad es que las clases nocturnas de español fueron una gran lección para mí, y…bueno, allí es donde conocí a un chico muy interesante.


Sí, un chico alto, fuerte, de rasgos algo aniñados, pequitas en la nariz, sonrisa grande y dulce, y como buen escocés… ¡es pelirrojo! Él ha estudiado biología marina y ¡está loco por el submarinismo! También es un apasionado de la lengua española, de hecho vivió un tiempo en Argentina. Es el chico más guapo e interesante del mundo, pero ¡qué voy a decir yo!…no soy nada imparcial.

Cuando le vi entrar a clase por primera vez me puse roja como un tomate, él me miró y me dijo con ese acento tan gracioso: “Hola, me llamo Rory. ¡Mi español es muy malo!” Yo no lo pude remediar y solté una carcajada. Qué vergüenza, no quería reírme, pero me puse tan nerviosa…Nos caímos bien al instante, y después de cada clase se quedaba un rato más para hablar conmigo. Con la típica excusa de “necesito mejorar mi español”, empezamos a quedar para tomar un café en Starbucks, y resultó que vivíamos muy cerca, así que volvíamos de las clases juntos. Y ya lo dicen por ahí… ¡el roce hace el cariño!
Ahora se me hace extraño no tenerle cerca, pero existe la posibilidad de que venga a pasar el verano. A mí me apetece mucho veranear en la isla, y estar cerca de mis padres y de mi tía favorita, Consu